¿Porque suben tanto los precios de algunos alimentos?

Desde hace unos meses, vivimos una situación complicada; compleja económicamente. Los precios del mercado cambian constantemente y la materia prima escasea. ¿Qué está pasando? ¿Porqué la situación está cambiando tanto? ¿Qué supone esto para la gastronomía? Te lo explicamos para que conozcas más de cerca las causas y las consecuencias de esta situación. 

Todo empieza a principios del 2020. La pandemia estalla en nuestro país y, durante todo este tiempo hasta hoy, surge una disrupción en las cadenas de subministro de muchos sectores de la economía. Más concretamente y en un sector que nos afecta de forma directa, el ganado, el decremento total en el consumo con el inicio del confinamiento, hace que muchos ganaderos dejen de entrar o criar nuevos animales por miedo a las posibles dificultades de venta posteriores. Durante todo este tiempo y por falta de ganado, empiezan a sacrificar muchas madres, haciendo que la cabaña de animales quede especialmente afectada. Todo esto, en nuestro sector, afecta a la carne de cerdo ibérico y mucho más a la de vacuno, ya que los periodos de gestación y/o de engorde son mucho más largos: 2 años hasta poder sacrificar un novillo (1 de gestación + 1 de vida) o hasta 5 años para obtener carne de vaca madurada. 

Respecto a esta carne de vacuno y con la poca cantidad de animales disponibles, empieza la vacunación y, poco a poco, se recupera el ritmo de vida con más normalidad. Aumenta la demanda y con una oferta media-baja, los precios suben sin parar, hasta llegar a los máximos a finales de 2021, donde el problema ya no es el precio, sino conseguir la materia prima. Este mismo proceso, también pasa en otros sectores de la ganadería, como con los jamones ibéricos curados, el cordero o la leche, así como en la economía en general y en sectores como el acero, el plástico, el cartón o la electrónica, entre otros. 

Así pues, como se comenta anteriormente... 

La disminución de la oferta se provoca por: 

  1. Confinamiento en países o fábricas que hacen atrasar o para las cadenas de producción. 
  2. Las cabañas de animales son menores. 

I el aumento repentino de la demanda se provoca por: 

  1. Las inyecciones de dinero en la economía por parte de los gobiernos, en forma de ayudas, subvenciones... 
  2. Aumento del consumo y de la actividad por parte de la población un vez terminados los confinamientos.

Todo esto, sumado al aumento de los costes de los transportes internacionales y los precios de la energía, que afecta a todos y cada uno de los pasos del proceso de elaboración des del campo hasta el consumidor final, hacen que aparezca el problema de la inflación. Así pues, nos situamos a inicios del 2022 con un aumento de precios generalizado: 

  • Los precios de los piensos aumentan a causa del aumento del precio del cereal. 
  • Los precios de los animales aumentan porqué la alimentación es muy cara. 
  • La distribución, las empresas, las tiendas... se ven obligadas a subir precios porque sus proveedores también lo han tenido que hacer y porque sus costes fijos también son mayores. 

Así pues, en la actualidad nos encontramos en el marco de una inflación muy grande, con una oferta de producto todavía muy baja para la demanda actual. Y esto no afecta sólo a la ganadería, donde el sector del vacuno se verá especialmente afectado este 2022, sino que con los productos del mar pasa lo mismo. No se está dando tiempo al reproducción natural dels peces, ya sea debido al cambio climático, al exceso de pesca, a la pesca furtiva, a los barcos de arrastre o a la planificación de los controles no estrictos de los países para hacer cumplir las normas que velan por la buena práctica de la pesca. 

Estamos en un círculo vicioso y, por tanto, es insostenible. Por eso, se espera una subida inminente del tipo de interés por parte del Banco Central Europeo así como de la reserva federal de los Estados Unidos con el objetivo de frenar el crédito y la circulación de dinero, que poco a poco provocará una disminución de la demanda, una bajada de precio y la normalización de las cadenas de suministro.